*El empresario europeo Piotr Szczerek ha estado «cancelado» y «funado» en redes sociales por el horrible gesto a un niño en torneo de tenis

Por Yiram Anteliz

El Abierto de Estados Unidos, uno de los torneos más prestigiosos del tenis, se vio envuelto en un episodio que rápidamente dio la vuelta al mundo. Tras la victoria del polaco Kamil Majchrzak, el jugador quiso obsequiar su gorra a un pequeño aficionado llamado Brock, pero la escena terminó en polémica cuando un espectador identificado como el empresario polaco Piotr Szczerek, intentó quedarse con el recuerdo destinado al niño.

El gesto interrumpido y la reacción inmediata

El momento fue captado en video y difundido en redes sociales, generando una ola de críticas hacia el empresario, quien fue señalado como “el hombre más odiado del US Open”. La imagen de Szczerek arrebatando la gorra se convirtió en tendencia y abrió un intenso debate sobre la falta de respeto hacia los aficionados más jóvenes y la forma en que la presión social amplifica cada acción durante un evento deportivo internacional.

Disculpas públicas del empresario

Tras la presión mediática, Piotr Szczerek emitió un comunicado en el que reconoció haber cometido un error y ofreció disculpas tanto al niño como a su familia. En su versión, afirmó haber creído que la gorra era para sus propios hijos, aunque admitió que el gesto fue interpretado como un acto egoísta y premeditado. El empresario calificó el incidente como una lección dolorosa que marcará su vida personal y profesional.

La respuesta del tenista y la reparación

Lejos de dejar el episodio en la polémica, Kamil Majchrzak buscó al pequeño Brock para entregarle otra gorra autografiada y más recuerdos, en un gesto que fue celebrado por los aficionados. El jugador destacó la importancia de recompensar la pasión de los niños por el deporte y de no permitir que un mal momento empañe lo que debía ser un recuerdo feliz en el torneo.

Consecuencias más allá del tenis

Aunque el objeto en disputa terminó en las manos correctas, el incidente dejó al descubierto el poder de las redes sociales para moldear reputaciones en cuestión de horas. Szczerek pasó de ser un empresario reconocido en Polonia a ser objeto de repudio internacional, mientras que el tenista salió fortalecido al mostrar empatía y respeto por sus seguidores. El caso será recordado como una de las polémicas más virales en la historia reciente del US Open.