Sergio Ramos falla su penal en la goleada de Toluca al Monterrey

*La liga mexicana fue testigo de un auténtico partidazo, donde los diablos rojos aplastaron 6-2 a los rayados del Monterrey

Por Yiram Anteliz

Toluca le dio una de las peores humillaciones de los últimos años a Monterrey con un aplastante 6-2 en el Estadio Nemesio Diez. Lo que comenzó como una noche prometedora para los Rayados, con el gol de Germán Berterame al minuto 10, terminó en una pesadilla que desató críticas por todos lados. El resultado no solo es abultado, también expone las carencias de un equipo que presume figuras, pero que se derrumba cuando le exigen carácter.

El momento clave llegó con el penal fallado por Sergio Ramos. El veterano español intentó un cobro estilo Panenka que terminó en un ridículo monumental. Monterrey pudo colocarse 2-0 y encaminar el partido, pero esa acción cambió todo: Toluca se creció, encendió el Infierno y jamás volvió a mirar atrás. Ramos, en lugar de ser el líder que necesitaban, quedó señalado como el principal responsable de la catástrofe.

A partir de ahí, los Diablos Rojos destrozaron a su rival. Jesús Angulo empató con un disparo lejano al 22’, Paulinho se adueñó del protagonismo con un triplete (25’, 40’ y 52’), y Nicolás Castro firmó un doblete (34’ y 62’) para completar la paliza. Monterrey apenas pudo anotar un segundo gol, pero fue insignificante ante la lluvia de tantos que recibieron. Paulinho fue la gran figura, mientras que la defensa albiazul lució frágil, lenta y sin capacidad de reacción.

Las alineaciones dejaron claro el contraste. Monterrey salió con Santiago Mele en el arco; Stefan Medina, Sergio Ramos, Érick Aguirre y Luis Reyes en la zaga; Jorge Rodríguez, Fidel Ambríz y Óliver Torres en el medio; y un tridente ofensivo formado por Jesús Manuel Corona, Sergio Canales y Germán Berterame. Del otro lado, Toluca presentó un equipo intenso y ordenado con Tiago Volpi bajo los palos, Mosquera y Angulo en la defensa, Castro en la creación y Paulinho como punta letal. Mientras Rayados se derrumbó en lo anímico, Toluca jugó como si se tratara de una final.

El resultado deja una tormenta en Monterrey. La afición exige explicaciones y el proyecto de Ortiz vuelve a estar bajo la lupa. ¿De qué sirve tener a Sergio Ramos, Canales, Corona y Berterame si el equipo se desmorona en cuanto falla una jugada clave? Toluca, en cambio, demuestra que con intensidad, hambre y contundencia puede ser candidato al título. El Infierno ardió, y Monterrey salió chamuscado, sin respuestas y con la etiqueta de equipo rico que no sabe competir en las malas.

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