*La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural ha implementado estrategias que promueven la producción sustentable, el impulso a las comunidades rurales y el rescate de los sistemas tradicionales de cultivo
El Gobierno de México ha asumido el compromiso de fortalecer la autosuficiencia y soberanía alimentaria
Como cada 16 de octubre, el Día Mundial de la Alimentación nos invita a reflexionar sobre una verdad esencial: el acceso a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad no es un privilegio, sino un derecho humano fundamental.
Este año, bajo el lema “Mano a la mano por unos alimentos y un futuro mejores”, la conmemoración cobra especial relevancia en nuestro país, porque el gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo impulsa políticas públicas y programas para hacer realidad, en cada rincón del país, este derecho fundamental.
El derecho a la alimentación: una prioridad nacional
El Gobierno de México ha asumido el compromiso de fortalecer la autosuficiencia y soberanía alimentaria, con la meta de que cada persona tenga acceso a alimentos nutritivos, seguros y de calidad, como lo marca nuestro artículo 4° constitucional, y es a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural que se han implementado estrategias que promueven la producción sustentable, el impulso a las comunidades rurales y el rescate de los sistemas tradicionales de cultivo, que forman parte de nuestra identidad alimentaria.
Programas como Producción para el Bienestar apoyan a pequeños y medianos productores para incrementar su productividad sin dañar el entorno, fomentando la diversificación de cultivos como el maíz, el frijol, el amaranto o la calabaza, que son la base de la dieta mexicana. Estas acciones buscan, no solo mejorar la economía local, sino también asegurar que la población tenga acceso a alimentos sanos y de origen nacional.
Desafíos globales y locales
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el mundo enfrenta una paradoja: mientras millones de personas sufren hambre, crece el número de adultos y niños con obesidad o sobrepeso. Este problema, que afecta también a México, tiene su raíz en los cambios en los patrones de consumo, donde la comida rápida y ultraprocesada ha desplazado a los alimentos frescos, provocando graves consecuencias para la salud y el bienestar.
Ante ello, el Gobierno de México impulsa campañas de educación alimentaria y políticas de etiquetado frontal para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas. Además, se fortalecen los programas de alimentación escolar y los esfuerzos para reducir el desperdicio de alimentos, un problema que impacta directamente en la disponibilidad y el acceso por parte de las familias más vulnerables.
¿Cómo podemos contribuir?
Garantizar el derecho a la alimentación no es tarea de un solo actor. Todos podemos contribuir a un sistema alimentario más justo y sostenible con sencillas acciones:
- Consumir local y saludable, apoyando a las y los productores mexicanos.
- Elegir alimentos frescos, ricos en nutrientes y de temporada.
- Reducir el consumo de ultraprocesados y bebidas azucaradas, optando por agua natural o infusiones.
- Evitar el desperdicio de alimentos y donar aquellos que aún pueden ser aprovechados.
- Promover la agricultura sostenible, reduciendo el uso de agroquímicos y favoreciendo prácticas orgánicas.
El Día Mundial de la Alimentación 2025 es más que una fecha en el calendario; es un llamado a la acción colectiva. En México, los esfuerzos del gobierno, junto con el compromiso de productores, comunidades y consumidores, avanzan hacia un objetivo común: un país donde nadie se quede atrás en su derecho a alimentarse bien.
