La guía rápida para vivir un fin de semana ideal en Costalegre 

*En dos días descubrirás que la verdadera riqueza de esta costa no está en el lujo, sino en su calma, su gente y la magia de lo natural

Hay destinos que se quedan grabados en la piel. Costalegre, ese tramo dorado que abraza el Pacífico jalisciense entre montañas y selva tropical es uno de esos lugares que te devuelven la calma y te invitan a bajar el ritmo. En solo 48 horas, esta región logra lo imposible: reconectarte contigo mismo, hacerte olvidar el reloj y recordarte que la vida puede ser tan sencilla como sentir la arena entre los pies y el sonido del mar al caer la tarde.

Esta guía de fin de semana no pretende cubrirlo todo, sino llevarte por una ruta que combina descanso, sabor, naturaleza y ese lujo silencioso que solo Costalegre sabe ofrecer.

El viaje es parte del encanto: la carretera costera entre Manzanillo y Puerto Vallarta regala paisajes de postal. Haz tu primera parada en Chamela, ideal para nadar o remar. Hospédate en la boutique Las Rosadas o en opciones más sencillas como Cabañas Puesta del Sol, donde la calidez local se siente en cada detalle.

Sigue hasta Punta Pérula, un pueblo pesquero de espíritu tranquilo. Camina por la orilla, disfruta una lancha por los islotes o cena en Mary’s Restaurant, famoso por su pescado zarandeado. Si prefieres algo más aventurero, Campamento El Coco te permite dormir frente al mar bajo un cielo lleno de estrellas.

Disfruta el día en Tenacatita, un paraíso de manglares y aguas turquesa. Puedes hacer kayak o snorkel, y después comer en El Nido, donde el ceviche fresco y los camarones al coco son imperdibles.

Por la tarde, detente en La Manzanilla, un rincón bohemio con galerías, cafés y una playa ideal para caminar sin prisa. Si buscas un cierre perfecto, ve a Majahuas o Careyitos y deja que el atardecer te robe las palabras.

Estos son algunos tips que te permitirán aprovechar el fin de semana

  • Renta un auto o motocicleta para moverte libremente.
  • Lleva efectivo y ropa ligera.
  • Desconéctate: aquí la señal es poca, pero la paz es mucha.
  • Apoya lo local: prueba el café, compra artesanías y respeta el entorno.

Costalegre no necesita filtros ni itinerarios complejos: solo tiempo, mar y ganas de disfrutar lo simple. En dos días descubrirás que la verdadera riqueza de esta costa no está en el lujo, sino en su calma, su gente y la magia de lo natural.

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