Perfiles: Víspera del Congreso General Ordinario de la máxima central obrera del país, la legendaria Confederación de Trabajadores de México (CTM) se prepara para una atípica sucesión en su Secretaría General encabezada por su actual líder, Carlos Aceves del Olmo, quien incluso después del primer bimestre del 2026 podría permanecer en ese encargo. Desde la muerte del emblemático nonagenario Fidel Velázquez Sánchez, la CTM solo conoció en tres décadas a igual número de dirigentes: Leonardo Rodríguez Alcaine, Joaquín Gamboa Pascoe y el propio Aceves del Olmo.
En la contienda por la sucesión lidera Tereso Medina dentro de una larga lista de otros secretarios generales adjuntos y líderes sindicales regionales. La sucesión se evalúa por el grado de aceptación trato humano y la disposición de apoyar la defensa de las demandas laborales. Tereso Medina Ramírez, actual Secretario General de la federación en Coahuila y Secretario General Adjunto a nivel nacional, fue becado por Don Fidel desde su incorporación en los ochenta a la CTM.
Medina Ramírez cuenta con el respaldo del sector tradicional, quienes ven en él la continuidad del sindicalismo. Es un activo que mantiene la confianza de Carlos Aceves del Olmo y destaca por ser el aspirante más comprometido con la capacitación y educación obrera, hecho que demostró al fundar la Unilam 4.0, institución que brinda educación universitaria a los trabajadores. Con maestría por la Escuela Libre de Derecho, su perfil combina la academia con el territorio. Por su parte, a Fernando Salgado, aunque se identifica en el ánimo de la Secretaría del Trabajo y la Subsecretaría de Gobernación, creció bajo la sombra de Joaquín Gamboa Pascoe.
¿Por qué Tereso?: A pesar de las presiones externas, la estructura interna favorece una continuidad inicial del secretario Aceves del Olmo y la continuidad del sector tradicional representado por Medina. El sistema de elección cetemista reconoce el liderazgo entre las federaciones locales y los grandes contratos colectivos. Medina logró consolidar una base sólida de delegados en estados industriales que le otorgan un peso difícil de vencer en una asamblea general. Su fuerza no reside solo en la cercanía con la cúpula, sino en la movilización a la base del norte del país, una de las regiones con mayor dinamismo económico.
Aunque los adversarios se preguntan si en el nuevo milenio la CTM seguirá siendo la principal central obrera, la organización conserva una fuerza institucional masiva: agrupa a más de 1,100 sindicatos y tiene presencia en las 32 entidades. La CTM defiende a más de dos millones de trabajadores, lo que le permite mantener su interlocución en las mesas de negociación con el sector empresarial y el IMSS. El desafío para Tereso Medina no solo será asumir la secretaría general, sino demostrar que una organización fundada hace un siglo puede evolucionar para representar a una nueva generación de obreros, garantizando, por medio de la movilización y la educación, la construcción de un sindicalismo progresista.
