AMLO, un presidente tóxico, demoledor, peligroso e inútil

*El presidente ha sido incapaz de rectificar o aceptar errores. Le ganan los prejuicios y la soberbia. Está obsesionado con trepar a la cumbre de la historia sin importar ser juzgado como un populista, demoledor, tóxico, peligroso e inútil

Por Blas A. Buendía*

Los actos de ironía en que el Ejecutivo federal piensa que su presidencia será eterna a través de campañas políticas de desprestigio mediático, incurriendo en el delito de abuso de confianza que ha encaminado a todo un pueblo atiborrado de miserables, periodistas críticos sentencian que Andrés Manuel López Obrador se ha transformado en un presidente tóxico, demoledor, peligroso e inútil.

Aplica, por lo anterior, el legado de Napoleón Bonaparte quien decretaba: “Si el crimen y los delitos crecen, es evidencia que la miseria va en aumento y que la sociedad está mal gobernada”.

La marrullería de López Obrador no ha tenido fronteras, pero sí un freno por parte de las benditas redes sociales, ya que el fratricida de Tepelitán Macuspana, Tabasco, desde el 15 mayo de 2017, en sus campañas por la presidencia de la República, en su cuenta de Twitter, hacía referencia al legado de aquél militar republicano francés.

Como han pasado los años —parafraseando a Rocío Dúrcal, la cantante española fallecida el 25 de marzo de 2006, a los 61 años, en su casa de Rorrelodones, a 25 kilómetros de Madrid—, López Obrador ha mostrado ser un político astuto pero objetivamente muy mentiroso que le han traído todo tipo de calumnias de sus enemigos políticos, así como del pueblo mexicano en general.

A sus 69 años de edad, López Obrador —que en su juventud practicó la zoofilia con una yegua llamada La Canica del Tío Lucio—, pareciera que no ha aprendido nada a través de sus años de vida. Es centro de constantes infamas ya que un gran conglomerado de mexicanos que el propio  López los identifica como copartícipes de la Mafia del Poder neoliberal, se mantiene en la palestra de la ignominia.

Bien lo define el periodista radiofónico Pepe Cárdenas quien hace una remembranza en su espacio “Noticias en claro” para finalmente fustigar a este presidente que ha tenido nexos con los altos jefes del narcotráfico, en medio de un régimen oclocrático que tiene mayores tendencias de extremistas.

La noche del primero de julio del 2018, Andrés Manuel López Obrador festejaba un triunfo arrollador. Eso es indiscutible.

Prometió: “No les voy a fallar, no los voy a decepcionar”.

Cuatro años después, el presidente ha incumplido, fallado y decepcionado a millones. El saldo negativo es abrumador.

López Obrador ha dividido al país sin remedio ni esperanza de reconciliación.

La promesa de “no mentir”, “no robar”, “no traicionar”, es papel mojado.

Se diluye entre “mentiras”, “otros datos”, escándalos de corrupción, y precisamente, traiciones.

Los pobres, los más vulnerables a quienes prometió atender primero, han sido marginados por la austeridad franciscana, y rematados por una inflación no vista en dos décadas.

Ofende recordar la promesa de un sistema de salud como el de Dinamarca.

Ofende el desabasto de medicamentos y las cifras letales por el pésimo manejo de la pandemia.

Los programas sociales no fusionan. Prevalece la desconfianza sobre todo en el sector privado de los inversionistas.

…Ni hablar de delincuencia, abrazada por el gobierno en una narrativa francamente deshonesta…

López Obrador está empeñado en centralizar el poder total, cogobernar con los militares, hostigar a organismos autónomos, colectivos sociales, feministas, científicos, intelectuales, periodistas críticos y a los neoliberales, claro…

El presidente ha sido incapaz de rectificar o aceptar errores. Le ganan los prejuicios y la soberbia. Está obsesionado con trepar a la cumbre de la historia sin importar ser juzgado como un populista, demoledor, tóxico, peligroso e inútil, puntualizó Pepe Cárdenas quien es uno de los periodistas críticos de mayor credibilidad y más escuchados en México y en el mundo entero.

La guerra abierta en redes sociales es apremiante e incita la profunda reflexión, toda vez que entre los memes destaca uno que llama mucho la atención: “Los únicos culpables de este mal gobierno y todo lo que pasa, somos el pueblo. Por cobardes, indiferentes, conformistas, pasivos y tontos. Ninguna guerra se gana con flores, ningún tirano se cambia con reflexiones, ningún criminal cambia con palabras”. (Totalmente cierto)

López Obrador tiene un abanico de cómplices en el Congreso que la mayoría del grupúsculo “parlamentario” MORENA, elude frenar el despilfarro que ha realizado en estos cuatro años de desgobierno, es decir, impunemente ha donado la riqueza del pueblo mexicano a manos llenas.

A El Salvador le entregó 60 millones de dólares (MDD); a Cuba, 255 MDD; a Honduras, 30 MDD, y a Oaxaca donde es lacerante la pobreza, no le ha brindad ni un dólar de ayuda, ni ha recurrido a repartir equitativamente la riqueza del FONDEN (Fondo de Desastres Naturales). Entonces, se deduce que López odia a los mexicanos.

Un filósofo de la Alcaldía de Coyoacán, recientemente hablaba de la completa degradación de este narco-gobierno.

Para el tristemente célebre líder de la 4T, “no existe ni la Constitución…, ni la justicia…, ni la dignidad…, ni con congruencia…, ni la decencia…, ni la diplomacia…, ni el amor por México”.

A López Obrador lo consideran en la Unión Americana como “el terrorista de la mentira”.

Reportero Free Lance *

Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021 filtrodedatospoliticos@gmail.com

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