Frenar las antidemocráticas ocurrencias e ineptitudes del Ejecutivo

*La respuesta está en el viento

*Desde Benito Juárez hasta la época anti-juarista de AMLO

AMLO está mareado de poder; vamos por un sexenio difícil con un gobierno autoritario

Porfirio Muñoz Ledo

Pör Blas A. Buendía *

Es bien conocido a nivel mundial que es difícil hallar a un “estadista” surgido del fenómeno de la kakistocracia, por lo que en el caso particular de México, las Barras de Abogados están estudiando diversos proyectos para frenar las ocurrencias e ineptitudes del Ejecutivo que en este caso se trata de Andrés Manuel López Obrador.

De no establecer y vigorizar un andamiaje que evite que populistas como el tabasqueño —quien tiene muchos claroscuros desde cuando eran joven se transformó en un fratricida confeso del municipio de Macuspana, Tabasco, hasta cargar el estandarte que llevó por más de 18 años para llegar al poder—, ha dejado mucho qué desear su proceder.

Si bien es cierto que López Obrador no es abogado en Derecho, que le dé conocimiento sobre los defectos y virtudes del cómo actuar como Presidente de México, independientemente de ello y de manera improvisada, cae en el garlito del cuento de ser mejor que el presidente Benito Juárez.

Si también es bien cierto también que el Benemérito de las Américas estudió la carrera de la abogacía para ir escalando los peldaños del poder, logró llegar a ser Presidente de México en una época donde se enfrentaba a un país lleno de pobres andrajosos, ante el dominio del Maximato.

Cuán fue su graso error que el distinguido ciudadano del poblado de San Pablo Guelatao, Oaxaca, se reeligió cuando menos cinco veces como Jefe del Ejecutivo, mostrando —desde entonces— “el poder al listo lo marea y al tonto lo enloquece”, so pena que a través de la historia y como un ícono de México, más de 4,500 calles de México lleva el nombre de Benito Juárez.

 Su carrera política marcó el futuro de la historia de México, la cual fue seguida del mandato de Porfirio Díaz y, posteriormente, la Revolución Mexicana. Paradójicamente, el presidente Andrés Manuel López Obrador viene haciendo todo lo contrario, buscando cómo bañar más de sangre a todo el país con su frasecilla: “Abrazos, no Balazos”.

Benito Juárez impulsó las reformas para la separación entre iglesia y Estado y el matrimonio civil, que comparativamente con las ilusiones del presidente Obrador, éste insiste en transformar a México en un país socialcomunistoide que no garantiza ningún polo de desarrollo, sino más bien, saturarlo de pobres provenientes de toda Latinoamérica, al permitir la avalancha de inmigrantes que van tras el sueño dorado gringo.

Benito Juárez fue el precursor de muchas medidas políticas que se adoptaron en otros países del mundo y que siguen estando vigentes en la actualidad, pero en el caso de López Obrador, también pretende seguir destruyendo la vocación institucional y republicana de esta pobre nación. Es el vivo retrato del Anti-Juarismo, el anti-demócrata con sueños guajiros al estilo del tirano cubano Fidel Castro.

El 21 de marzo de 1806 nació el autor de la famosa frase «Entre los Individuos como Entre las Naciones, el Respeto al Derecho Ajeno es la Paz», la cual se plasma en los frontispicios del Congreso de la Unión. Hubiera cumplido 217 años.

A pesar del tiempo transcurrido desde su cuestionada presidencia, Benito Juárez sigue estando presente en México y sigue siendo una de las figuras icónicas que marcaron la historia de México, solo que políticos abusivos de tendencia oclocrática, explotan la imagen del reeleccionista Juárez.

Frente a todo este panorama, la Abogacía Independiente de la República da inicio a sus constantes defensas en favor de la Constitución Republicana, ante las críticas improcedentes y cotidianas de Andrés Manuel López Obrador —una vez que los letrados empiezan a formular sus argumentos y ajustarlos porque es indispensable que  se den algunas repuestas a ello—,  entonces la defensa de los versados en leyes se convierte en sublime. Ya que si no lo es, triunfarían las ocurrencias y las ineptitudes de la gobernanza en cuestiones de justicia.

En este contexto, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., considera que las diatribas anteriormente referidas, es lo que cotidianamente ha efectuado el Poder Ejecutivo Federal en sus tribunas mañaneras, sin darse cuenta, que cuando habla de cuestiones de “justicia” y de “leyes” comete incorrecciones, las cuales dan pauta a que se pierda la credibilidad en su manera de actuar y de pensar.

Por supuesto, en esas circunstancias que encarnan su impericia y desconocimiento en el manejo de esos tópicos, nacen las razones por las cuáles los versados en leyes sienten la necesidad de efectuar una defensa adecuada a favor de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y con ello reforzar sus argumentos para que sigan siendo triunfantes.

Pero el problema inherente a esa defensa de nuestra Carta Magna, sólo sirve para reforzar la errónea tesis de “abrazos y besos”, o bien dicho, “Abrazos, no Balazos”, cosa que no ha ocurrido así, porque el país sigue bañándose de sangre impulsada por la delincuencia narco-organizada.

En referencia a la irrefrenable delincuencia, consecuentemente nacen los discursos que expresan la confianza depositada en un Fiscal General de la República que ha sido y seguirá siendo omiso en investigar conductas antisociales, perpetradas en el neoliberalismo por esa delincuencia del poder vinculada a la narco-política.

Por consiguiente, a la luz del texto de la Carta de Don Venustiano Carranza, el actual Presidente de los Estados Unidos Mexicanos sigue siendo un ineficiente —o eficiente—, cómplice de dicha delincuencia.

La pregunta que el Foro Independiente de la República formula es: “¿Si en la esencia de las alocuciones y arengas de la forma de gobernar de Andrés Manuel López Obrador se encuentra el bien de la justicia que se imparte y procura en México?”

Lo antedicho implica que la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México obtiene una ventaja al defender la Carta de Carranza.

Aceptando éste presupuesto, bien valdría la pena que el Poder Ejecutivo Federal efectuara correcciones en su forma de pensar y gobernar, con ello recuperaría la credibilidad para su trillada Cuarta Transformación de la Nación.

Por lo tanto, sería indispensable que la autoridad corrigiera su forma de interpretar la ley, esas son las reglas que se exigen para respetar a nuestro Pacto Federal, toda vez que “el que respeta, se le observa con apremio de dignidad; el que es infractor de la ley, no solo se le calumnia, sino se le aborrece, así de sencillo”.

La respuesta está en el viento y en los argumentos que esgrimen y defienden los abogados independientes de la República. ¡Es cuanto!, afirmó finalmente la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., que preside el prestigiado penalista Alberto Woolrich Ortiz.

Como mera recapitulación en la historia contemporánea, el politólogo Porfirio Muñoz Ledo, sentenció: López Obrador es el Anti-Juárez, porque Juárez dijo que “Entre los Individuos, como Entre las Naciones, el Respeto Ajeno al Derecho es la Paz”, y nuestro presidente viola el Derecho interno y se burla del Derecho Internacional. Por eso se llama el Anti-Juárez.

Reportero Free Lance *

Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021

filtrodedatospoliticos@gmail.com

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